Son los niveles de lluvia más bajos de los últimos cincuenta años.
La situación es tan desesperada que podría conducir a que más civiles abandonen sus hogares. Se sumarían a los 6,5 millones de personas que ya se han visto desplazadas por la crisis.
Los más de tres años de conflicto han dejadogran parte de la infraestructura de agua de Siria en ruinas. Esto, unido a la actual sequía, está impactando gravemente en la disponibilidad de agua.
Para llamar la atención sobre la gravedad del problema, UNICEF ha emitido una alerta especial sobre la situación de agua, saneamiento e higiene: Sequía: la creciente crisis del agua que enfrenta Siria y la región.
En Líbano y Jordania las tensiones entre las comunidades locales y los refugiados sirios se acentúan por la competencia por los recursos limitados, incluyendo la disminución de los suministros de agua.
“La escasez de agua potable – sumado al impacto del continuo conflicto y el calor intenso del verano – aumenta el riesgo real de más desplazamientos de población y de propagación de enfermedades entre los niños vulnerables”, dijo Maria Calivis, Directora Regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África.
“Contamos con nuestros generosos donantes para avanzar. De lo contrario nos veremos obligados a detener o reducir algunas de nuestras operaciones, dejando a los niños en un alto riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua y otras infecciones contagiosas”, dijo Calivis.