La interconexión entre España y Francia aumentará la capacidad de intercambio de electricidad entre ambos países de 1.400 a 2.800 MW y ahorrará la emisión de 2,3 millones de toneladas de CO2 al año. Además, reforzará la seguridad del suministro eléctrico en los ámbitos regional y nacional y permitirá utilizar al máximo la producción de las centrales de generación e integrar una mayor cantidad de energía renovable en la red.
Las tecnologías elegidas en este proyecto constituyen una innovación en el ámbito mundial, tanto por la longitud de la línea subterránea como por la tecnología de los cables y de las estaciones conversoras a estos niveles de tensión y de potencia (dos fases de 1000 MW cada una).
Los trabajos de construcción del túnel, que se iniciaron en marzo de 2012 en el lado español y en octubre de 2012 en el lado francés, finalizarán completamente en enero de 2014, cuando se hayan instalado todos los servicios en la galería que construye la empresa Dragados-Eiffage.
En las próximas semanas, se iniciará el desmontaje de la tuneladora Albera, que ha perforado la galería desde el lado español y hoy ha culminado su misión cuando se ha encontrado con la tuneladora Canigó. Esta última terminó sus trabajos de perforación a principios de marzo en el lado francés y actualmente ya se está desmantelando.
El proyecto, que tiene un presupuesto de 700 millones de euros y ha sido declarado de interés europeo, cuenta con financiación de la Unión Europea hasta 225 millones de euros, como parte del programa EEPR (European Energy Programme for Recovery), y con un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por importe de 350 millones de euros.